Hablar sobre emociones es un tema que inunda actualmente las redes sociales y es que a razón de una película animada parece que el impacto general en la audiencia lleva casi obligadamente a identificarse y proyectar las propias vivencias, es como si de pronto hubiera una aprobación y validación social para dejar de silenciar y poder nombrar las experiencias internas y reacciones naturalmente humanas a lo que ocurre en nuestro entorno, pero que habitualmente han estado cargadas de juicios y estigmatización, es entonces que queda en evidencia las carencias en cuanto a educación, control, gestión emocional y la falta de cobertura y atención en asuntos de Salud Mental.
Y es que la tendencia se vuelve una oportunidad de reflexión cuando tenemos antecedentes respecto a las estadísticas en estos rubros.
Según datos de la Secretaría de Salud (2021) y de acuerdo a lo dicho por la entonces directora de desarrollos de modelos de atención en salud mental, Diana Iris Tejadilla Orozco, en México, solo dos de cada diez personas que tienen un problema de salud mental buscan atención especializada y lo hacen en un lapso de entre 4 y 12 años después de manifestar síntomas, la razón de ésta demora es la desinformación, prejuicios, principalmente.
Lo que con el paso del tiempo no ha tenido cambios sustanciales, ha prevalecido e incluso ha ido en aumento, tal es el caso que el Instituto Mexicano del Seguro Social (2023), reportó que 3 de cada 10 personas padece algún trastorno mental a lo largo de su vida y más del 60 por ciento de la población que sufre alguno de ellos no recibe tratamiento.
De lo anterior, es importante tener en cuenta dos aspectos, que los casos de personas con síntomas o trastornos se acentuaron después de la pandemia y que de los casos que reciben atención especializada no esta garantizado reciban el tratamiento que requieren (oportuno, frecuente, a profundidad…).
Cabe aclarar que la intención no es desestimar la función informativa que pueden tener los medios, si con ello se consigue avanzar en una alfabetización acerca de las emociones, de su fundamental papel en la salud mental, pero falta enfatizar en la promoción de asumir acciones para su conservación, equilibrio, estabilidad, de manera funcional. Es entonces que toma relevancia nuestro acompañamiento como profesionales de Salud mental y nuestra contribución psicoeducativa como agentes de cambio.
Podríamos extendernos más en el tema pero qué te parece si mejor nos vemos en sesión?…
Es importante darle mantenimiento a la salud mental, yo en lo personal he tenido muchos cambios significativos en mi vida, he aprendido a perdonarme por situaciones que me hacian perder mi cabeza.
Hola conozco a la doctora en salud menta y se que es una gran persona y una gran profesional a mi me a ayudado en múltiples ocasiones cosa que le agradezco grandemente
Como adulta que ha vivido experiencias traumaticas, he visto que la mayoría tomamos acompañamiento de atención psicológica adulta como un «tratamiento correctivo», depende de una decisión personal no soltar ese acompañamiento aunque uno se sienta «mejor».
Como madre he aprendido que acudir por acompañamiento profesional en salud mental, tanto para mejorar en lo individual como para acompañar a quiénes ahora están creciendo conmigo es fundamental, porque se queda fijo como «algo normal» para mis hijos que la salud mental también debe ser con rutina.
Las sesiones particulares en salud mental es un «lujo», para muchos mexicanos, no se da difusión y menos disponibilidad de especialistas que podemos buscar apoyo en instituciones con sesiones gratuitas (claro en instituciones como el IMSS, tenemos derecho «gratuito» quienes realizamos nuestras aportaciones). Sin embargo, en mi experiencia, en sesiones gratuitas individuales me encontré con profesionales (no profesionales) que juzgaban o no era el mismo de la sesión anterior y pienso que ahí tienen mucho que mejorar las instituciones. En sesiones particulares uno tiene opción de elegir a con quien gestiona mejor sus emociones y siente realmente el apoyo.
Como opinión final y como comencé a realizarlo, es obligación como padres ó tutores encaminar a nuestros hijos a una buena salud mental, como cuando se lleva una buena salud dental: cuidados de rutina, proveer de situaciones sanas, atender en el momento algo malo que no estuvo bajo nuestro control, acompañar en cada etapa de crecimiento y no dejar de asistir con el profesional ocasionalmente así uno se sienta de maravilla, para que en un futuro ese adulto sepa cuidar de su salud mental y no lo vea como un estigma, se vuelva algo normal.